Sabias que…
Hace tiempo el empresario Frederic Tudor encontró la forma de comerciar, transportar y llevar hielo a muchos lugares sin perder mucho del gélido producto en el camino, la solución vino mediante el uso de aserrín, lo cual hizo que Tudor pudiera llevar su producto a lugares más lejanos, así fue como fincó un imperio de hielo llamado Tudor Ice Company que le valió el titulo de «Ice King»
Mientras Tudor conquistaba el mundo, un joven médico llamado Jhon Gorrie se interesaba en investigar y tratar las enfermedades tropicales, tomando como base la teoría de que el clima causaba estas afecciones, inventó una cámara fría donde introducía bloques de hielo en la parte superior que mediante unos orificios mantenía el aire fresco.
Así que mientras uno distribuía hielo, el otro lo utilizaba para tratar a sus pacientes en cuartos «climatizados» El gasto y la espera por el hielo obligó a Gorrie a buscar nuevas alternativas, por lo que empezó a experimentar hasta encontrar la forma de convertir el agua en hielo artificial absorbiendo su calor de licuefacción con la expansión de aire (Que en términos generales, es el paso de un componente, de un estado sólido o gaseoso a un estado líquido)
El gran invento de Gorrie habia dado resultados, pero el recibimiento no sería del todo placentero, considerando su invento como una blasfemia, teniendo al Rey del Hielo en su contra y la perdida de su principal inversionista, Jhon Gorrie murío sin recibir la gloria por su magnifico invento, el cual patento el 6 de mayo de 1851.
Sin embargo el invento no paso desapercibido ni quedo olvidado en la historia, formó parte de los cimientos para la industria de la refrigeración y de las maquinas de hielo como hoy las conocemos.